15 Citas.
Jennifer
Esa noche soñé con Howard, era 1920 y había un gran baile de
sociedad, Howard me tomo de la mano y me llevo hasta la pista de baile. Y
bailamos toda la noche. Yo no quería que el sueño terminara pero mi padre había
encendido la sirena de la patrulla por accidente al salir de la casa.
Salí de la casa y de pronto lo vi allí parado junto al auto
de Alice.
-
Que paso con el Lexus. –
-
Es el único auto “normal” que tenemos Tratamos
de pasar desapercibidos. –
-
Ja, Ja. Pues fallan miserablemente – dijo
Jennifer - Todos a pesar de no ser familiares de “sangre”, son prácticamente
iguales en la piel y los ojos, son extremadamente hermosos y usan ropa de
diseñador, se mueven con demasiada gracia, hablan como si pertenecieran a un
tiempo pasado, no comen, no sudan, no se cansan y no se relacionan con nadie. –
-
Wow, - Dijo Edward – pues hasta que llegaste tú
no habíamos tenido ningún problema. -
Subimos al auto y nos
dirigimos a la escuela.
-
Me terminaras de contar tu historia. –
-
Que más quieres saber. –
-
Ayer no me dijiste nada. –
-
No fue mi culpa, que tú ocupaste todo el tiempo
confesándote. .
-
Como dejaste inconscientes a cinco hombres. –
-
No sé de lo que hablas. –
-
Pensé que habíamos pasado la etapa de
desconfianza, yo te conté todo sobre mí y mi familia, Y Alice te vio en una
visión. –
-
Y que vio Alice en esa visión. –
-
Vio que te movías como nosotros y les pateabas
el trasero a cinco tipos antes de que se dieran cuenta de nada. –
-
Pero yo no soy una -
Entonces con las manos y la cara hice una mueca de Drácula atacando a
alguien
Howard me vio extrañado y dijo.
-
Y eso que fue. –
-
Mi impresión de un vampiro. –
-
Fue muy mala.
Pero de nuevo me estas despistando, así que cuéntame. -
-
Me creerías que no lo sé. O sea, un día de
repente podía hacer todas esas cosas fantásticas. Es por eso que me he tenido
que mudar mucho. -
-
Las cosas no son así. No te levantas un día y
descubres que tienes súper poderes.-
-
Claro que sí, tú eras humano y un día te
levantaste y ya eras vampiro. –
-
Realmente
eres imposible, -
-
Bueno si quieres oír más tendrás que manejar más
despacio entonces porque ya llegamos a la escuela. –
Baje del auto y empecé a caminar al edificio principal.
Howard
Una cosa sobre ser vampiro es, que al no dormir tenemos la
noche libre. Hacía tiempo que no veía a Genne y nos sentamos a conversar toda
la noche. Genne era como una hermana para mi habíamos conectado inmediatamente.
Y de la forma más rara.
Éramos solo Carlisle y yo en ese tiempo y como siempre
Carlisle quiso hacer un último intento, tratando de que, los Volturi, sus
amigos de antaño se convirtieran a nuestra dieta. Mientras Carlisle conversaba
con Aro en privado, yo me encontraba en las habitaciones de Marco. Marco no era
como los otros Volturi, era una persona que sufría constantemente por la pérdida
de su esposa. Solo un lazo invisible lo mantenía unido a este clan. Cuando uno de
los de la guardia le llevo su comida, una muchacha humana de veintitantos años. Marco la vio y la mordió pero no la mato sino
que la convirtió. Cuando termino el
proceso Aro estaba enfurecido. Sin embargo esa neófita era lo que necesitaba Marco
para romper con los lazos que lo ataban. Carlisle lo ayudo y con eso se había
ganado el desprecio de Aro.
La muchacha en cuestión era Genne, vivimos con ellos un
tiempo, Genne y Marco se casaron. Genne y yo éramos inseparables, y yo fui su
padrino de Bodas, sin embargo ninguno de los dos renuncios a la dieta
tradicional y eso nos terminó separando y volvimos a América, justo a tiempo para que Carlisle conociera a Esme.
Cuando amaneció decidí ir por Jennifer, para llevarla a la
escuela no quería pasar más tiempo separado de ella. Y tenía que averiguar que la hacía especial,
una vez se le metía algo a Alice en la cabeza nadie se lo sacaba, Alice usaría
el Lexus, a partir de ahora y yo el spider. Siendo solo para dos el olor de Jennifer se concentraba, eso hacía que la
deseara mucho más pero me ayudaba a
fortalecer mi autocontrol.
Cuando subió al auto, luego de algo de coacción logre que
aceptara que era ella la que había peleado con los hombres que yo había
encontrado, en los callejos de Port Ángeles. Sin embargo seguía igual que ayer,
sin saber nada nuevo. Alice tenía razón no podía hacer que esta chica me diera
la hora del día. Llegamos a la escuela y
solo se bajó del Auto y camino hacia el edificio principal. Yo me quede en el
auto dándome golpecitos en la cabeza con el timón del Auto.
Vi como Mike Newton la veía y lo vi acercarse a ella.
Fue entonces que Salí de auto me acerque a Jennifer la tome
por la cintura y la acerque a mi cuerpo.
-
Adiós Mike. - dije antes de que el pronunciara
palabra.
El pareció sentir mi tono amenazante y se alejó. Bien por él
podía haberle arrancado la cabeza del cuello en ese momento. La lleve hasta su
salón y la bese en la frente.
-
Te veo al almuerzo le dije. –
Jennifer
Mientras estábamos en el auto yo había observado a Howard,
sentía como su cuerpo se tensaba y se relajaba por momentos, debía ser muestra
de esa lucha interna que me había confesado que tenía, donde batallaban el
deseo de beber mi sangre, y el de amarme.
Baje del auto y empecé a caminar al edificio principal,
luego de pronto sentí como se acercó y me tomo por la cintura y me acerco a su
cuerpo. Su olor era maravilloso, y su cuerpo frio ardía de pasión. De pronto vi
la razón, Mike Newton se nos acercaba. Yo sonreí.
-
Adiós Mike. – dijo Howard con un tono amenazante
que a mí me sonó de lo más dulce.
Realmente mi lugar era entre los brazos de Howard. Caminamos
en silencio hasta mi salón y él me beso tiernamente en la frente. Eso estaba bien por ahora pero había empezado
a desear sus labios.
Nos veríamos en el
almuerzo y yo estaría contando los minutos.
-
Tú y Howard Cullen. Cuando paso. – pregunto Mike
-
No creo que sea de tu incumbencia. – le dije
-
No creo que sea bueno para ti es demasiado raro.
–
-
Mira mejor ocúpate de Jessica, es a la que vas a
llevar al baile. -
-
Jessica… Ella no quiere volver a hablarme. -
-
Qué bien. –
El profesor entro a la clase y todo fue tranquilo hasta la
hora del almuerzo, cuando salí del salón Howard me esperaba afuera. Nos
sentamos nuevamente solos los dos.
-
Es obvio que puedes estar bajo el sol sin ningún
problema, así que otra cosa es un mito acerca de los vampiros.
-
Bueno lo del sol es complicado, hay una razón por la que solo salimos cuando está
nublado. Y que otros mitos tienes pensados, hay
tantos según las diferentes culturas.
-
Duermen en Ataúdes. –
-
De hecho no dormimos en absoluto. –
-
Yo adoro dormir. Y que dices del Ajo, crucifijos y agua
bendita, te hacen daño. –
-
Nope. Y me niego a contestar una pregunta más
hasta que me digas como hiciste para vencer a esos hombres en Port Ángeles. –
-
Yo tendría nueve o diez años no recuerdo
realmente, y estaba en la reservación Quilete, mi padre y el de Rachel, fueron a pescar. Yo estaba aburrida y me encontré con Jacob el
hermano menor de Rachel. Estaba jugando
con un perrito y yo me acerque, Jacob me sonrió y el perro me mordió. Solo que resultó ser una loba cachorrita no
un perro. Rachel y Rebeca llamaron a nuestros papas y me llevaron al hospital
con una gran fiebre. La loba no parecía tener rabia ni ninguna otra enfermedad,
pero aun así me ponía cada vez peor y ninguna vacuna o medicina parecía hacerme
efecto. Mi madre, que estaba en la onda de la medicina alternativa, llevo a una
anciana que me inyecto un líquido. En ese momento entro mi padre, hubo una gran
discusión por lo que ella había hecho sin consultárselo a él primero. Lo que me
inyectaron parecía que me ponía peor. Ya ardía en fiebre pero ahora todo el
cuerpo me dolía mi corazón latía tan rápido que parecía que iba a estallar y de
pronto todo ceso, mi corazón volvió a la normalidad, se fue el dolor y la
fiebre. El doctor quiso tomarme muestras
de sangre pero mi padre no lo permitió. Estaba furioso con los del hospital. La
mujer que había llevado mi madre me había logrado inyectar y nadie del hospital se había dado cuenta de nada, Desde ese día fue que todo cambio en mi cuerpo. Y esa es la
historia. .
-
No me puedes dejar así ahora. –
-
Bueno. Aunque sane, el matrimonio no tuvo la
misma suerte mis padres se separaron y yo me fui con mi madre, pero nos hemos
tenido que estar mudando cuando por alguna razón u otra hago algo que parece
ponerme en evidencia. -
-
No tienes que explícame eso, nos pasa lo mismo.
-
-
Y cuando vas a presentarme al resto de tu
familia. -
-
Cuando tú me presentes con tu padre. –
-
No quiero tener que estar escondiéndome para
poder verte. –
-
El sábado que quedamos en salir parece un buen día,
no llegues tarde mi padre odia a los impuntuales. -
Howard
Estuve esperando a Jennifer afuera de su salón de clases
para llevarla al almuerzo, era ridículo que hubiera tenido que escribir las
preguntas que le quería hacer, pero ella me hacía perder el control es más de
una forma, cuando estaba con ella era como si todo mi organismo volviera a la
vida, todo se movía a mil por hora. Mientras conversábamos yo quería memorizar
cada gesto de su rostro, cada mirada, cada sonrisa, cada movimiento de sus
manos al hablar.
Y al final del día mientras la veía dormir. Estaba seguro de
tres cosas.
Jennifer no era cien por ciento humana lo que facilitaba las
cosas por un lado y las complicaba por el otro.
Una parte de mí por mucho que yo luchara por dominarla
deseaba beber su sangre.
Y estaba total, completa y absolutamente enamorado de esa
mujercita que dormía a pocos metros de mí.
ver cap16
https://howardravenclaw.blogspot.com/2023/05/reboot-of-ny-twilight-capitulo-16.html
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