Alice 8
El Encuentro
Alice nunca tuvo recuerdos, sin embargo un cumulo de
sensaciones que quedaron grabados en su cuerpo y su alma, y las visiones que la
acompañaron desde el primer día de su vida fueron los que la guiaron.
Ella tuvo visiones de una familia. Una familia de vampiros,
pero creyó que eran fantasías. Su experiencia era, que los vampiros eran
criaturas solitarias. Si mucho había encontrado parejas de vampiros y había
encontrado algunos clanes, en estos clanes los vampiros estaban juntos más por
conveniencia mutua, pero familias en el
sentido estricto de la palabra no había encontrado ninguna. El Ansia por sangre humana les bloqueaba todo
ese tipo de sentimientos que motiva a los humanos a congregarse en diversos tipos
de asociaciones. Cuando iba de viaje por el norte de Italia tuvo visiones de un
gran grupo de vampiros reunidos en la ciudad de Volterra, pero no eran una
familia. Fue entonces que ella supo que este grupo de vampiros eran como los líderes,
el gobierno y la policía.
Sin embargo las visiones de esa familia continuaron y cada
vez eran más frecuentes y más claras. Pero estaban lejos en el futuro. Los
vampiros de sus visiones recurrentes, si eran una familia habían un padre y una madre amorosos,
una pareja que eran el uno para el otro y un vampiro sortario que sería su
mejor hermano. Sin embargo faltaba algo en esa familia. Bueno aparte de ella y
de sentido para la moda.
Alice regreso a Estados Unidos, en mil novecientos cuarenta sabiendo que allí encontraría la última pieza
del rompecabezas de su vida. Sin embargo sabía que todavía tenía que esperar,
él no estaba listo para una relación. Estados unidos entro en la guerra en
diciembre de mil novecientos cuarenta y uno y la vida de Alice fue bastante
aburrida hasta el final de la guerra, en noviembre de mil novecientos cuarenta
y cinco. Luego volvió a las finanzas para lo que retomo su identidad de Alice
Marshal, también se involucró en el
mundo de la moda con el nombre de Alice Bloom. Al fin llego mil novecientos
cuarenta y ocho había esperado este momento por tanto tiempo.
Viajo toda la noche hasta que llego a su destino a altas
horas de la madrugada. Era un barrio común y corriente de la ciudad de
Philadelphia y en la acera de enfrente había una cafetería estilo antiguo con
un rotulo que decía Abrimos a las cinco de la mañana. Alice se sentó en la
acera y espero.
Luego al nomas abrir ella cruzo la calle y entro a la
cafetería,
-
En que podemos servirle. - Dijo una señorita.
-
Alice saco un billete de cien dólares. Que para
la fecha era una pequeña fortuna. Estoy esperando a alguien y solo quiero algo
de privacia,- dijo y le entrego el billete a la muchacha.
-
Puede estar allí sentada todo el día si gusta, me
asegurare que no la molesten. -
Las horas empezaron a pasar, y Alice solo repetía en su
mente - Ven, ven, ven. - Y se mecía en
el banco en que estaba sentada.
De pronto un hombre entro a la cafetería, pero no entro para
comer, sino para protegerse de la lluvia, bueno protegerse no sería realmente
la palabra adecuada.
-
Es tiempo, es tiempo - dijo Alice para sí.
Él se sacudía su ropa de la lluvia y se sentó en una mesa
retirada del rincón, y miraba con melancolía por la ventana hacia la calle.
Meditaba en la vida, o mejor dicho la existencia, que había dejado atrás ya que
lo que pasado desde su conversión no había sido realmente una vida. Al
principio creyó que había encontrado el amor, pero, no era así, era solo
servidumbre él era solo una mascota un perro guardián. Al fin se había cansado
y solo había partido.
-
Tontito, que hacías bajo la lluvia. - Pensó
Alice.
Salto del banco en el que había estado sentada toda la
mañana y se acerco al extraño.
Cuando estuvo a lado le pasó la mano por su pelo y se sentó
frente a él.
Ese pequeño gesto habría sido una amenaza mortal cuando
vivía con María, sin embargo su poder de empatía le decía que no tenía nada de
que temer. Y por primera vez en su vida se sintió a salvo.
-
Hola soy Alice Marshal, te parece que un
caballero debe hacer esperar a su dama todo el día. - Le dijo en tono picaresco.
-
Lo ciento señorita. - le respondió Jasper con
tono acongojado., - Jasper Whitlock, para servirle señorita Marshal, -
-
Eres lindo cuando te comportas así, - mi
caballero sureño.
-
Disculpe señorita pero como sabe de mi.-
-
Yo sé lo que hay que saber.- Déjame contarte una historia.
Alice le conto sobre la vida que ella había tenido sobre sus
visiones y Luego le conto como lo había visto es su vida de guerrero junto a María.
-
Hay mucho más en esta vida que pelear y buscar
tu próxima comida. –
-
Es eso cierto. - Dijo Jasper que estaba cansado
de la vida que había tenido hasta el momento.
-
El día de hoy empieza tu nueva vida. – dijo
Alice con una sonrisa
Alice le dijo que no tenía que alimentarse de gente para
sobrevivir y Jasper empezó su vida vegetariana.
-
Nuestra vida aquí te servirá de entrenamiento
para que estés listo para conocer a nuestra familia. Ellos nos necesitan, claro
que todavía no lo saben. Pero ellos nos necesitan a los dos. – dijo Alice – Así
que la pregunta es, me acompañaras en esta aventura –
Jasper se levantó de su asiento hizo una reverencia y le
beso la mano. - Sera un placer acompañarla señorita Marshal.-
-
Vamos dime Alice. - Dijo ella con una sonrisa
encantadora.
Y Jasper por primera
vez en mucho tiempo sonrió. La lluvia ceso y los dos salieron de la mano. Alice
lo llevo a su casa y conversaron toda la noche. Al día siguiente fueron de
Compras. Pasearon por la ciudad, y luego se sentaron a ver el atardecer en un
parque. Aunque Alice siendo vampiro podía defenderse sola de cualquier peligro
humano y por su habilidad de ver el fututo también estaba protegida de muchos
peligros vampíricos. Sin embargo antes de Jasper siempre se había sentido
vulnerable, vacía, sola. Junto a él al fin había encontrado eso que a su alma
le faltaba, total amor, compañía y ese sentimiento de estar protegida. Por su
cuenta Jasper había sentido esa necesidad de Alice y al fin había encontrado el propósito de su vida alguien
a quien amar, alguien a quien proteger alguien a quien acompañar, los dos se
completaban de forma perfecta
El entrenamiento del que hablaba Alice era muy difícil,
Alice Marshal era toda una celebridad en la ciudad, no solo era la única mujer
que sabía de altas finanzas, sino que también manejaba una línea de moda con su
otra identidad.
Fiestas, reuniones de negocios, visitas a proveedores y
trabajadores. Jasper se la pasaba de lo más incómodo pero también era el
momento más feliz de su vida. El amor y el cariño de Alice llenaban su ser y
había olvidado completamente la miserable existencia que tenía antes de
conocerla.
Había renovado sus vínculos con los militares, estaba
nuevamente preparado para servir a su país. Su poder nuevamente le abrió las
puertas, a los corredores del pentágono, y los servicios de inteligencia.
Era el otoño y paseaban por el parque, una alfombra de hojas
con todos los tonos de café cubrían el campo y la acera del parque. Alice se
detuvo debajo de un arco de flores y beso a Jasper.
Jasper la vio y sonrió. Se hincó frente a ella saco una
cajita de terciopelo negro de su saco y abrió la caja frete a ella, adentro
había un anillo de plata Stirling con pequeños diamantes y una piedra azul en
forma de corazón.
-
Claro que acepto ser tu esposa.- dijo ella antes de que Jasper dijera algo, es
lo que he esperado por muchos años. Y alargo la mano para que Jasper le pusiera
el anillo.
-
Y cuando será la boda. - pregunto él.
-
Bueno ya sabes estas cosas toman tiempo hay
muchas cosas que hacer tanto que planear y reservar invitaciones, menús.-
Jasper la vio sin decir nada pero con una sonrisa pícara en
los labios.
-
Está bien es el sábado. - dijo ella, - la he
estado planeando desde hace días.-
La boda se celebró en la iglesia de San Juan evangelista, y
la ofició el obispo, todo, el que era alguien en la ciudad estaba invitado,
Alice entro sola a la Iglesia con un vestido bastante moderno para la época,
pero nadie esperaba nada menos de ella. Luego fue una gran recepción. Donde
anuncio que tomaría un año sabático para celebrar su luna de miel y que las
juntas directivas de sus empresas estarían a cargo, pero ella siempre estaría
en contacto con ellos.
Todo el dos mil cuarenta y nueve la pareja estuvo paseando.
Y mientras celebraban el año nuevo Alice le dijo a Jasper. - Es tiempo. En
febrero conoceremos a nuestra familia. -
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https://howardravenclaw.blogspot.com/2022/11/biografia-de-alice-cullen-20-ampliada-y_19.html
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