11 Anécdotas Cullen.
Era fin de semana y pasarían dos días en los que no vería a Jennifer,
el solo pensar en eso era insoportable para mí.
-
No te preocupes estará bien.- me había dicho
Alice.
Ella salió con Jasper iba a haber una venta de media noche
en Seattle y había que ir disfrazados, Alice iba disfrazada de vampiresa y
Jasper del Conde Dracula.
Emmett se había pasado dos días jugando World of Warcraft y
ya empezaba a molestar a Rosalie. Por eso los dos nos iríamos a buscar partes
para su nuevo proyecto. Rose había decidió armar pieza por pieza un Mustang del
año sesenta y cinco pero con un motor hibrido.
Saldríamos en la madruga. Yo quería pasar la última noche
con Jennifer. Cuando llegue a su casa
ella estaba profundamente dormida. Un mechón de cabello le había caído sobre la
cara y le cubría la nariz, lo retire con cuidado y se lo coloque detrás de su
oreja.
Su rostro era hermoso, había escuchado una y otra vez como
la gente se refería a nosotros como hermosos, divinos, bellos. Y sin embargo yo
nunca había conocido una mujer vampira que tuviera la belleza de la mujer
humana que dormía a pocos centímetros de donde me encontraba, su piel era tersa
como un pétalo de rosa, y su cabello sedoso como hebras de terciopelo negro.
Conforme fue pasando la noche se fue poniendo cada vez más
fría, yo empecé a ver como se movía parecía temblar, así que con mucho cuidado
busque por su casa algo de ropa de cama, encontre un cubrecama grueso, que
coloque con sumo cuidado. Ella sonrió en sus sueños y abrazo el cubrecama y se
quedo quieta nuevamente. Tenía tantos
deseos de besarla, mis labios llegaron a casi tocar su piel entonces ella
exhalo una bocanada de aire que al chocar contra mi cuerpo me hizo retirarme de
allí. Y buscar una presa que yo sabía que no
saciaría la sed que de mí se había apoderado.
El otro día salimos con Rosalie. Ella era una mujer
sorprendente, pero había dos cosas que muchas veces, no dejaban que la gente
descubriera eso sobre ella. La primera
era su belleza extrema. Aun siendo humana había sido con seguridad la mujer más
hermosa de su ciudad, y de Vampiro eso se había incrementado
exponencialmente. Su cabello parecía
como oro liquido, su rostro hermoso que pondría de rodillas a hombres y mujeres
por igual, era alta y tenía un cuerpo esbelto por el que las mujeres matarían
por tener y los hombres por poseer. Y
Rosalie lo sabía. No había conocido en toda mi vida alguien tan vanidosa como
ella y ese era su segundo defecto. Y
posiblemente teníamos una relación como la que teníamos porque yo nunca la había
visto de esa manera, nunca me había importado su belleza ni su vanidad y nunca
la había juzgado por eso. Ninguno de nosotros era perfecto aunque debo admitir
que Alice era la que estaba más cerca de serlo.
-
Como van las cosas con Jennifer. – me dijo.
-
Que te diré. –
-
Así de difícil. –
-
No tienes idea.-
-
Bueno, yo no te he visto nunca tan feliz. –
-
Me miraba tan miserable antes. –
-
No era eso, pero se notaba que te faltaba algo.-
-
Alice está muy emocionada. –
-
Ella espera encontrar en Jennifer a su mejor
amiga. –
-
Es más que eso, y lo sabes, ustedes dos tienen
la más cercana relación de hermanos en la familia. –
-
Bueno ella es realmente molesta muchas veces. –
-
Ella piensa lo mismo de ti, y es exactamente por
eso que ustedes dos son tan unidos, -
Rosalie bajo la cabeza y miro hacia el camino. Y yo sabía
exactamente lo que le pasaba. Rosalie nunca había estado cómoda en la vida de
vampiro. Carlisle la había convertido para que fuera mi esposa. Pero yo nunca
la vi de esa manera. Por lo mismo Carlisle no la había visto como una hija al
principio aunque ahora lo era, aunque la amaba nunca había sido la hija que
esperaba Esme, esa era Alice, y nunca había sido la mejor hermana, Alice y
Rosalie eran muy parecidas en algunos aspectos pero también muy diferentes en
otros. Y Emmet, él la amaba al 100% pero era ella la que lo había escogido a él y no al revés. Rosalie era una de las
mujeres más hermosas del mundo pero este mundo la vivía rechazando. Aun en su
vida humana había sido usada como carnada por sus padres y como juguete por su
prometido. Y aun así nunca había caído en la tentación nunca había probado la
sangre humana ni cuando era neófita. Ella cargo a Emmett un par de kilómetros
hasta donde estaba Carlisle para que este lo convirtiera, Emmett estaba
sangrando y ella no cayó en la tentación, no dudo un solo momento.
-
Bueno Alice podrá ser mi mejor hermana, y puede
ser que Jennifer sea el amor de mi vida, pero sabes que tú eres mi mejor amiga.
–
-
Ahh, eso es lo más bello que me has dicho. – y
me beso en la mejilla,
Pasamos todo el día buscando partes para el Mustang, y regresamos
cuando ya se había puesto el sol.
ver cap 12
https://howardravenclaw.blogspot.com/2023/04/reboot-de-my-twilight-capitulo-12.html
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